miércoles, 22 de junio de 2011
Antes de este abrigo tejí uno que nunca llegó a ser, cuando mi mamá lo armó (ella es la que une las partes que yo tejo, es muy hábil en la costura) había quedado de una talla XXXXL, y me frusté mucho porque no entendí cómo me pude equivocar al punto de armar la prenda para entender que era desproporcionada. No es fácil un proyecto así de grande, las medidas cambian cuando te pones el tejido.
Buscando y buscando mil modelos, nunca encontraba uno que fuera de mi gusto, quería algo diferente que no fuera el típico punto jersey, y de hecho nunca encontré nada. En conclusión, me armé de paciencia y saqué todo un lote de revistas de tejido, tratando de encontrar ideas a modo de aporte para "armar algo" de varias prendas que me gustaran. Así que encontré un punto de fantasía, lo modifiqué, le reduje los espacios, saqué una idea de cuello y estuvo semanas sin botones ni nada, hasta que, en una cordonería, (visité muchas, y nada me convencía) encontré unos sencillos botones de montgomeri en madera que me encantaron, y de modo casi obsesivo me fui a la casa a colocárselo a mi abriguito, así como se ve, al medio, porque tampoco quería que se cruzara el abrigo. A lo mejor es posible que me vuelva a tejer uno, pero éste cumple con lo que yo soñaba de mi primer abriguito tejido. Que fuera rojo, grueso pero no pesado, largo y calientito :D
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